
Qué puedo decir de Playamar, son miles los recuerdos que se agolpan en mi memoria, allí he pasado los mejores momentos de mi vida, yo no sería lo que soy si no hubiera disfrutado como lo he hecho en aquel entrañable sitio. Torremolinos es y será, una localidad que nunca podre olvidar; jugué, me divertí, me reí, di mi primer beso, viví mi primer desengaño amoroso e hice los mejores amigos y amigas que se pueden hacer... Creo que ese sentimiento de amistad imperdurable es recíproco en muchos de nosotros y, por eso, creo que la reunión de esta primavera va a ser todo un éxito.
Estoy seguro que en esta primera entrada no voy a ser capaz de mencionar todos mis recuerdos, más que nada porque dan casi para escribir un libro, pero al menos mencionaré los de los primeros años.

Recuerdo que al principio jugábamos al mini golf. En aquella época teníamos que esperar a que cerraran la caseta del mini golf para poder jugar nosotros gratis con los palos del tío de Michael (que en paz descanse). Nunca fui capaz de arrebatar el record de Michael de 46 golpes en los 18 hoyos, aunque hubo una vez que hice 51, de todas formas siempre solía ganarle, a él y a su hermana. Al mini golf había competencia, pero a lo que no lo había era al ping pong, se nos hacía siempre de noche con las repetidas revanchas de Michael... "Otra más por favor, que esta vez te gano"
También recuerdo que me pegué una buena leche con la BH de Michael. Su madre y su tía me tuvieron que llevar a la Cruz Roja de Torremolinos para que me dieran unos cuantos puntos en la rodilla. En ese momento mis padres estaban en Marruecos, siempre he sido muy oportunista. Creo recordar que en la contrareloj participábamos Michael, Jimmy y Dani, que en paz descanse.

También recuerdo mi primer beso robado, digo robado porque no en vano lo gané en una apuesta, seguro que Michael no se acuerda, pero el beso se lo gané a Ángela, que vive Dios que me dio un buen beso, cosa que le agradezco enormemente porque después pude comparar... Después del beso me pasé una semana entera untándome los labios con aceite de girasol, porque había oído que ese tipo de aceite suavizaba los labios... A pesar del aceite, la hermana de Michael no me dio más besos... Como siempre, ¡qué frustración!
Hasta ahora no han entrado en juego las sevillanas, las Villegas... Michael y yo ya estábamos allí en el 74, creo que las sevillanas no aparecieron en Playamar hasta el 78 y la aparición estelar de los Vascos, José Luis, Arancha y Susana, fue en el 79, obviamente las fechas me pueden bailar. En aquella época los partidos de fútbol que jugábamos a diario en la pradera que había frente al bloque 9 eran memorables, pero más memorable era cuando el partido terminaba y nos sentábamos a hablar con aquellas chicas que se reunían entorno a un banco de la mencionada pradera, vive Dios que aguantaban hasta que el partido terminaba porque les debía gustar mucho hablar con nosotros. Esas chicas eran Isa, Encarnita, María del Mar, Teresa, Angie, Cuqui, Silvia y Rocio. Al año siguiente yo creo que se incorporaron al grupo las malagueñas Mamen y Elena y su hermano Pepe (el otro hermano, Tito, no coincidió mucho con nosotros), los cordobeses Elisa y Mariano, el incombustible Manolo y Juanjo el de Granada.
No puedo dejar de mencionar los partidos de fútbol contra los moros, que en realidad eran árabes. La competencia era increíble, pero cuando se les ocurrió invitar a nuestras amigas a comer en su casa, y éstas, encima, aceptaron, la competencia se convirtió de increíble en bestial... Menos mal que al final a nosotros también nos invitaron a su casa, sino nos los comemos.

Mientras tanto mi hermana se rompía el codo y gracias a ello llegaba Miki a nuestra casa, una gata de la calle que vivió con nosotros durante 23 años.
Y luego, cuando el verano acababa, como en esa época Internet no existía, nos cruzábamos cartas. Teresa era la que respondía a mis cartas más rápido y, sin duda, el más lento lentísimo era Michael (siempre ha sido un poco vago). Algunas recordaréis mis relatos "Lucien Bex" y "Una musa en el infierno", todavía los conservo mecanografiados en el trastero, al igual que todas vuestras cartas, algún día de estos las rescataré para echarme unas risas. También recuerdo que en esa época inventé el tema de los contactos online, cuando una amiga de Teresa, de nombre Fátima, me pidio que me cartease con ella y al final la historia casi acaba en matrimonio... Todo por parte de ella, porque yo os juro que mis cartas eran de lo más inocentes y, cuando el tema se caldeo demasiado, yo le expliqué que no podía existir amor sólo a través de carta.

Yo creo que de momento lo voy a dejar aquí, porque sino esta entrada va a ser demasiado larga. Tengo todavía un montón de recuerdos, no en vano todavía no han entrado en juego ni Lali, ni Jose, ni Juanlu, otros de los que yo considero fundadores de la panda de Playamar en Torremolinos.
Ah, se me ha olvidado mencionar algo muy importante que ocurrió durante estos primeros años... mi primer ramo de rosas, que supongo que también fue el primer ramo de rosas para ella. Recuerdo perfectamente que ella tan sólo estaba en octavo de EGB y yo en tercero de BUP. Me acuerdo con claridad cristalina de su sonrojo cuando le di el ramo delante de su madre... ¡Inolvidable!
Vendrán segundas partes... Faltan todavía muchos recuerdos.
4 comentarios:
Joer con la nostalgia....
La verdad es que la génesis de la pandilla de Playamar no los conocía y, la verdad, son geniales.
Por otro lado, gracias por considerarme "fundador". Es un honor.
Juan Lu
Me ha encantado encontrar por casualidad su blog. Yo tb andaba ( aún sigo ) por Playamar en su época, tenemos amigos comunes aunque eramos de distinta pandilla ( Lourdes , Mamen , Juanjo el de los cabales...). ¡¡¡Que buenos tiempos !!!
Eva, los veranos en Playamar es algo que nunca olvidaré. A Mamen la volví a ver en la primera quedada que hicimos en 2009, con Juanjo he hablado alguna vez por teléfono y de Lourdes se algo por el Facebook. Desde 2009 seguimos quedando el sábado más cercano a San Miguel, este año será el 24 de septiembre o el 1 de octubre.
Publicar un comentario